
El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Riba-roja de Túria -formado por el PSPV, Compromís y Esquerra Unida- ha abierto una investigación para estudiar posibles sobrecostes e irregularidades en las ayudas que concedió la Diputación de Valencia al consistorio para la instalación de bombillas leds o la construcción de campos de fútbol de césped artificial o pistas de pádel a raíz de la denominada operación judicial Taula que culminó el pasado martes con la detención del ex presidente de la entidad provincial, Alfonso Rus, junto a otros dirigentes del Partido Popular.
El ejecutivo local de Riba-roja sospecha que en los citados proyectos y programas se podrían haber producido, presuntamente, sobrecostes en la ejecución de los mismos, además de posibles irregularidades en el proceso burocrático de adjudicación a las empresas encargadas de llevarlos a cabo, en las que predominó la utilización de procedimientos negociados sin publicidad para adjudicarlas a los amigos.
El actual equipo de gobierno recuerda las connivencias políticas entre el entonces alcalde de Riba-roja, Franscisco Tarazona, del PP, y el presidente de la Diputación, Alfonso Rus, ya que el primero de ellos ocupaban, además, el cargo de diputado provincial encargado de gestionar el consorcio de bomberos. Además, la actual portavoz del PP, María José Ruiz, formaba parte de aquel ejecutivo en el que gestionabas las áreas de Urbanizaciones y Educación.
Pistas de pádel
Así, destacan la construcción en el año 2011 de dos pistas de pádel en el polideportivo municipal de Riba-roja de Túria por un montante global de 62.546 euros en total, una cifra que según algunas primeras estimaciones “podrían ser superiores a los costes económicos que se generarían en el mercado en pistas de semejantes tamaños y características físicas parecidas”, según explican en un comunicado.
El gobierno de Riba-roja de Túria considera que el precio pagado por ambas pistas “es excesivo” ya que en el mercado el gasto global oscilaría entre los 15.000 y los 17.000 euros, sin embargo, con el ayuntamiento y la diputación gastaron exactamente el doble por hacer las mismas obras.
Campos de césped artificial
Además, también se construyeron otros dos campos de césped artificial en el municipio. Uno de ellos por 224.000 euros en la urbanización de la Reva durante el año 2011 y con una financiación de la diputación en un 50% sobre el total. El otro campo de césped se plasmó en el año 2015 en el actual estadio denominado Roberto Gil, por un precio que ronda los 300.000 euros, de los cuales el ayuntamiento aportó 50.000 mientras que el resto corrió a cargo de la entidad provincial. En total, el coste total de ambos campos de fútbol superó con creces los 470.000 euros.
Bombillas leds
Sin embargo, la instalación de bombillas leds, a través de la central de compras de la diputación, fue el proyecto estrella durante la pasado legislatura hasta el punto que se sustituyeron en muchos edificios públicos con un coste económico superior al millón de euros. Entre las ubicaciones elegidas cabe destacar la casa de cultura, el auditorio, el centro social o el mismo edificio consistorial en el mismo casco urbano y en otras zonas como polígonos industriales o en urbanizaciones de la zona norte y en las áreas residenciales de Valencia la Vella y Els Pous.
El concejal de personal, nuevas tecnologías y comunicación, José Luis López, ha subrayado la necesidad de que la investigación municipal sobre estos contratos públicos “sirva para analizar de forma exhaustiva todos los vericuetos administrativos surgidos alrededor de los mismos ya que siempre ha planeado sospechas e interrogantes sobre el proceso de adjudicación y el precio de las mismas, por ello es necesario que se lleve a cabo ahora un estudio pormenorizado ya que se trata de miles de euros que deben ser fiscalizados y analizados”.