El Ayuntamiento de Llíria atraviesa una nueva crisis de gobierno y ya van dos desde que Manolo Civera (PSPV-PSOE) fuese investido alcalde de la capital de Camp de Túria el pasado mes de mayo. Primero las desavenencias entre Compromís-MoVe y PSOE provocaban las salida de los primeros del gobierno municipal, rompían el pacto de gobierno, sus concejales abandonaban las delegaciones asignadas y el alcalde se veía obligado a gobernar en solitario (sin mayoría absoluta) y a reestructurar las concejalías.
Ahora la concejal de Compromís-MoVe y portavoz en la Comisión de Personal, Mª Cruz Garcia Pedrero, afirma que el viernes y sin previo aviso, “el alcalde de Llíria, Manuel Civera, provocó una nueva situación de crisis en el Gobierno Local. Esta vez destituyendo y dejando sin competencias a una compañera de su grupo socialista, la hasta ahora concejal de Recursos Humanos, Isabel Aigües”.
“Esta forma poco transparente de funcionar y un tanto caciquil de tomar decisiones, donde el silencio es la contestación por excelencia y donde la discrepancia es sinónimo de retirada de competencias (tal y como pasó hace unos meses con dos regidoras de Compromís-Move), parece que se ha convertido en la tónica empleada por el primer edil de Llíria. Una muestra de poco talante y empatía con el resto de compañeros que han formado o forman parte del equipo de Gobierno”, afirman desde Compromís en un comunicado.
“Lamentamos profundamente que Llíria se encuentre en esta situación de ingobernabilidad por falta de diálogo y trabajo en equipo, ya que no es esta la voluntad que expresaron los electores en las urnas el último mes de mayo. Un hecho que nuestra Coalición ha intentado reconducir, ofreciendo colaboración y tendiendo puentes a los compañeros socialistas para poder re componer un gobierno de progreso y aprobar los presupuestos de 2016. Pero la única respuesta que hemos encontrado ha sido el silencio y el desprecio continuado”, explican.
Esta vez el grupo socialista del ayuntamiento ha ido más lejos cesando y dejando sin competencias a una edil de su propio grupo socialista, “simplemente por mostrar discrepancias en la forma de proceder del alcalde y algunos de sus compañeros, donde no se le convocaba a reuniones y ocultaba información, no se le comunicaban ciertas actuaciones en materia de personal e incluso se convocaban reuniones a espaldas suya con la representación sindical”.
Para García, “estas formas y actitudes poco constructivas del alcalde y alguno de sus concejales han hecho que Llíria se quede sin un Gobierno de izquierdas y se cree un cisma en el grupo municipal socialista, aparte de mantener bloqueada e inactiva la gestión municipal por no tener los actuales gestores un proyecto claro para la Ciudad y un equipo potente que lo gestione”.